1 de septiembre, 2010
Después de usar un Osito Tappy en el hospital durante algunos días, Luis me dijo que le daba pena dejarlo atrás. Gracias a las donaciones que he recibido pude darle un Tappy propio. Mira qué cara de ilusión tenía al sacar SU Tappy de la mochila. Ahora posee un mimoso y blandito recuerdo para hacer tapping.
¡Feliz tapping Luis!