Proyecto Oaxaca

19 de febrero de 2010

La jovencita Martha, una niña de 12 años, estaba sentada en una silla en la sala de espera con su mamá a su lado. Podía ver que ambas estaban inquietas. Era de comprender pues se dirigían a la Ciudad de México para más pruebas para averiguar si el tumor cerebral de Martha es benigno o maligno.

Esta es la primera vez que conocí a Martha ya que es nueva en el hospital. Le dije a Martha que le podía enseñar una técnica para ayudarla a sentirse mejor. Le dije que era muy poderosa aunque un poco extraña.

Empecé con algunas frases sencillas:
Aunque tengo esta enfermedad, soy buena chica.
Aunque tengo este tumor, soy una jovencita maravillosa
Aunque tengo este tumor, soy una mujercita inteligente, lista y preciosa.

Solamente con hacer tapping con estas frases en el Punto Kárate le vino una sonrisa a la cara.
Tengo un tumor y no me gusta.
Tengo un tumor en la cabeza.
Soy buena chica aunque tengo un tumor.
A veces odio este tumor.
(Me paré para preguntarle si era así como se sentía a veces y me dijo que sí.)

No tengo que odiarlo.
En su lugar, lo puedo amar.
Eso lo ayudaría a sanar más que si lo odio.
Es una parte de mí.
El tumor es una parte de mí.
Está compuesto por mis células.
Está compuesto por las células de mi cuerpo.
Odiar al tumor es como odiarme a mí misma.
No quiero odiar una parte de mí.

(Sus ojos engrandecieron al decir esta frase pues nunca antes había pensado en su tumor de esta manera)

Me gustaría perdonarme por odiar a mi tumor y en su lugar enviarle buenos deseos de sanación.
Prefiero amarlo y enviarle amor.
Prefiero enviarle tanto amor que pueda sanar.
El amor es lo más poderoso que existe.
Quiero que mi tumor se encuentre mejor.
Sí, a veces lo odio y quiero que se vaya.
Pero prefiero amarlo y de esta manera ayudarlo a que se mejore.
Quiero que se vaya porque amo a todo mi ser.
El amor es muy fuerte y poderoso para ayudar a mi tumor sanarse.

Le pedí que pensara un momento, cerrara los ojos, y le preguntara a su tumor porqué estaba allí y qué había causado que se formara. Cerró los ojos durante unos 20 segundos concentrando sobre lo que el tumor la podía ‘contar’, y luego declaró firmemente que era porque estaba estresada y enfadada muchas veces. Tomen nota que al concentrarse sobre la parte del cuerpo que está ‘enfermo’ o ‘dolido’ a menudo permite que las causas subyacentes del problema puedan surgir. Hicimos tapping:

Aunque tengo este enojo y estrés, soy buena chica.
Aunque me he aferrado a este enojo y estrés durante mucho tiempo, me puedo deshacer de él.
No tengo que aferrarme a ese enojo y estrés, porque me amo a mi misma.

Le pregunté a Martha que imaginara de qué manera podía deshacerse del enojo y el estrés. Dijo que lo quería quemar en un gran incendio.

No necesito este enojo y estrés.
Lo tiro todo al incendio.
Lo dejo quemarse todo.
Ya no lo necesito.
Lo quemo todo.

Estaba realmente reluciente mientras sentía que se deshacía de estas emociones. Añadí otra parte al tapping para deshacernos del enojo y el estrés.

Le doy las gracias a mi tumor por guardar todo el enojo y estrés en un lugar.
Aprecio que haya hecho eso por mí.
Tumor, ya no tienes que guardarlo más.
Puedes tirar todo el enojo y estrés que estás guardando al fuego y dejar que se quemen.
Los quemamos juntos.

Era toda una sonrisa. Le pedí a Martha que cerrara los ojos e imaginara su tumor de nuevo. ¿Qué aspecto tenía ahora? Era una bola blanca y redonda con pies y brazos. Antes de hacer tapping era feo y negro. ¿No es maravilloso cómo el hacer tapping le permite a uno cambiar su perspectiva sobre un tumor tan fácilmente?
Quería saber si al sanar esas emociones era posible sanar más rápidamente. Le pregunté que ella qué pensaba. Pensaba que sí. Hablamos sobre cómo los médicos se han dado cuenta que pacientes felices y que tienen una actitud positiva normalmente tienen un sistema inmunológico más fuerte, lo cual permite a su cuerpo sanar más fácilmente.

Quería saber si EFT podía deshacer la tristeza también. Le dije que sí. Le recomendé que tomara eventos específicos que la enojaban, estresaban o la hacían sentirse triste e hiciese tapping sobre ellos.

Una corta sesión con Martha ha cambiado su perspectiva. Ha cambiado la manera en que piensa sobre el tumor. La ha ayudado a tener una herramienta para manejar sus emociones y decidirse a sanar.

Disfruté tanto haciendo tapping con ella, sabiendo que este era un momento en su vida que puede mejorar su vida para siempre.