20 de Enero de 2010
Después de que el padre de Daniel aprendió EFT hubo una importante diferencia en cómo se sentía.
En lugar de estar angustiado y frustado porque no se puede hacer mucho por el sufrimiento de su hijo por los tumores recurrentes, está tranquilo, relajado y sonríe mucho. Ahora hace tapping para sentirse mejor él mismo y hace tapping con su hijo para que él se sienta mejor.
Este cambio en actitud le ha permitido dar a su hijo aquello que deseaba: estar más cerca de su padre.
Daniel me dio la más grande de las sonrisas hoy cuando hablamos sobre el cambio que ha visto en su padre.