12 de noviembre de 2009
En cuanto Asunción me vio en la puerta alzó los brazos para coger al Osito Tappy con una enorme sonrisa en la cara. Este niño de 2 años también me asocia con el Osito Tappy.
Después de tener su propio Tappy tan solo 2 semanas, ha empezado a hacer una variedad de cosas fascinantes. Utiliza un lapicero para ‘inyectar’ a Tappy. Le pone vendas igual que las que lleva él. Señaló todos los botones de Tappy mostrándome que sabe dónde hacer tapping. Me contó todo lo referente a las funciones corporales de Tappy. Claro está, un tanto incoherente como hablan los niños de 2 añitos, pero era obvio lo que me quería decir.
En este caso, Tappy no sólo ayuda a Asunción al ser su ‘colega’ de tapping, sino que le permite representar teatralmente lo que le está ocurriendo, lo cual a su vez, le ayuda a aceptar y comprender sus tratamientos.